Noticias

La tierra ha temblado más de medio centenar de veces en la provincia de Albacete durante los últimos 18 meses

11 Jul 2016

Los temblores, en general, han sido según el Instituto Geográfico Nacional de baja magnitud, a excepción del registrado el día 23 de febrero del 2015 en Ossa de Montiel, con una intensidad de 4,7 grados

La localidad albaceteña de Ossa de Montiel volvía a levantarse con un nuevo temblor de tierra siendo epicentro del movimiento sísmico. En esta  ocasión , el Instituto Geográfico Nacional registraba un terremoto de 2,1 grados a las 07:08 de este viernes, 8 de julio, cuyo epicentro se situaba a 11 kilómetros de profundidad.

En principio, asegura el sismólogo de la Red Sísmica Nacional del Instituto Geográfico Nacional, Luis Cabañas Rodríguez, que “estos movimientos de tierra no están asociados a una falla en concreto” especificando que los que se dieron con anterioridad en la misma zona “todavía no se han conseguido detectar de la falla de la que proceden, puesto que muchas veces si está en profundidad puede no ser conocida”.
Zona sísmica Es cierto que el sur peninsular se encuentra en una zona sísmica, “pero de pequeñas magnitudes”, matiza el sismólogo aunque pueden darse terremotos de entre “4.7 y 5”; quizás los más importantes destaca son “el de 5.1 de magnitud de Pedro Muñoz (Ciudad Real) el 12 de agosto de 2007 y el de 5.2 que hubo en Ossa de Montiel en 2015”, consecuencia de estos terremotos que son algo más grandes “conlleva que posteriormente haya lugar a terremotos más  pequeños , que en un principio son la serie de réplicas inmediatas del terremoto principal y que después se van ajustando y expandiendo más en el tiempo”.

En cuanto a la explicación de este nuevo temblor de tierra Cabañas asegura que “nunca se llega a saber  bien  si es un coletazo del terremoto anterior más  mayor  y que puede reactivarse un nuevo episodio, o es un terremoto aislado y forma parte de un proceso de reajuste”.

“En principio no debemos de preocuparnos”, insiste Cabañas, pero “el estado de tensiones al que está sometida la Península hace que en cualquier momento alguna falla, quizás más antigua que tarda más en recargarse produzca este  tipo  de terremotos alargándolos en el tiempo. Más hacia el sureste, la zona de Murcia, es más activa, donde los periodos de recurrencia son más pequeños”.
Registro Castilla-La Mancha ha registrado 14 terremotos en la última década con una magnitud 3 ó superior en la escala de Richter, aunque ninguno de la intensidad del registrado el día 23 en Ossa de Montiel. Así, el catálogo de terremotos del Instituto Geográfico Nacional refleja que las localidades albaceteñas de Munera, Caudete, Férez, El Bonillo y Ossa de Montiel son los municipios de la provincia donde se han producido con más asiduidad movimientos de tierra en estos últimos 10 años.

Munera ha sufrido desde 2006 39 terremotos registrando magnitudes que han oscilado desde el 1.5 al 3.1 en la escala de Richter. Caudete, ha sufrido terremotos en abril de 2007, junio de 2011, febrero de 2012 y el último día del año de 2013, aunque todos ellos de magnitud inferior a 3. Férez, el 4 de mayo de 2010, también experimentó movimientos sísmicos de baja intensidad y El Bonillo los ha registrado los días 25, 26 y 27 de febrero, 14, 15, 21 y 23 de marzo, 28 de abril y 12 de mayo de 2015, aunque de poca intensidad. Así como Villarrobledo el pasado 9 de enero con una magnitud de 2.2.

Cuando un terremoto tiene magnitud en la escala Richter de entre 2 y 3 apenas es perceptible, de 3 a 4 suele ser perceptible pero no produce daños, entre 5 y 6 puede provocar daños y de ahí en adelante los terremotos pueden ser devastadores. En cuanto a la intensidad del movimiento de tierra el grado I  y II no es sentido, el III es débil, el IV ampliamente observado, el V es fuerte, y a partir del VI es más  dañino hasta llegar al IX hasta el XII que son grados de destrucción y devastación. La mayor parte de los terremotos registrados en la provincia tuvieron una magnitud entre 2 y 3, y una intensidad de II y III, con los que el temblor se siente sólo en algunos casos. En esta década, la intensidad V sólo se ha tenido constancia en el terremoto de Ossa de Montiel.

Existe por todo el territorio nacional una red de instrumentos, sismógrafos y acelerógrafos, “que nos permiten detectar movimientos sísmicos desde muy pequeños que no son sentidos por la población a mayores”, detalla Cabañas gracias a las Estaciones sísmicas de la Red de Alerta Sísmica distribuidas por toda la Península, las  Islas  Canarias, Baleares, y las ciudades de Ceuta y Melilla con las que dan cuenta de todos los terremotos que ocurren, los registran y calculan la magnitud que tienen o dónde se han producido para elaborar una base de datos y con ello materializar estudios.
A lo largo de la historia se han sucedido terremotos muy importantes, por ello es sustancial el seguimiento de los mapas de previsión de riesgos naturales en el territorio.

Fuente: El Digital de Albacete

 

Comparte esta noticia