Noticias

Ayer asistieron a la conferencia en defensa del hospital público de Almansa más de 700 personas que llenaron el teatro Regio.

4 Mar 2012

El ex-consejero de sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, Fernando la Mata (Doctor en psiquiatría) y Francisco Doñate: Catedrático de Neurociencia de la Universidad del Pais Vasco, defendieron la gestión pública del Hospital de Almansa de manera muy convincente. Un nutrido grupo de personas no pudo asistir al acto por falta de aforo.

El público abarrotó el teatro Regio de Almansa para escuchar a los dos conferenciantes que hicieron una defensa entusiasta y muy bien argumentada de la sanidad pública de Castilla la Mancha frente a otros modelos neoliberales. 

Fernando Lamata dio algunos datos esclarecedores del hospital de Almansa y de la sanidad española. 

La construcción y dotaciones de mobiliario del hospital costaron a las arcas públicas 40 millones de euros aproximadamente y su funcionamiento anual cuesta unos 30 millones de euros. Atiende a una población de más de 50.000 habitantes. En cuanto a atención de pacientes, se realizaron 2.000 intervenciones y otros tantos ingresos hospitalarios, más de 400 partos. 

La sanidad nacional cuesta en total 70.000 millones de euros, es decir 1.450 euros por habitante. Con una renta por habitante superior a 20.000 euros, la atención sanitaria nos cuesta el 7 % de la riqueza nacional, el 7 % del PIB. ¿Quién dice que no nos lo podemos permitir? ¿Quién decide si debemos gastar el 6,7 % o el 7,2? 

Dicen que la sanidad pública es más cara que la privada y lo dicen sentando cátedra, pues bien, lo cierto y verdad es que en aquellos países donde la sanidad es privada, el coste por habitante es mucho mayor (en Estados Unidos 2,5 veces), eso sí, con los recursos sanitarios muy mal repartidos, unos pocos con una calidad excelente- los que se los pueden pagar- y otros muchos, la mayoría, con una calidad muy inferior a la nuestra o simplemente sin sanidad. 

Privatizando la gestión sanitaria se pretende convertirla en un negocio. Si algo fuera deficitario con gestión pública también lo sería con gestión privada. Un empresario no asumiría un servicio en el que no pudiera obtener beneficio, mucho menos si produce pérdidas.La empresa que se adjudique la gestión del hospital, si quiere obtener beneficio, reducirá a la fuerza la calidad de la prestación del servicio. 

Todas las encuestas de evaluación de calidad de la prestación o aquellos que median el grado de satisfacción de los usuarios han obtenido resultados excelentes. Tenemos con este modelo una sanidad de calidad máxima. Si es así ¿Porqué cambiar el modelo? Nadie cambia algo que funciona bien. 

Fernando Lamata terminó diciendo que el hospital se construyó con dinero público que pagamos todos los castellano-manchegos y que, para entregárselo a una empresa privada, tenemos derecho a exigir a quien lo hace que explique las verdaderas razones. 

Francisco Doñate tiene una larga experiencia y conoce de primera mano los sistemas sanitarios de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y España. De acuerdo con esa trayectoria profesional, definió a nuestra sanidad pública como la joya más valiosa de nuestro país. 

Relató el caso Inglés, país que disponía de una sanidad pública de las mejores del mundo, si no la mejor y que fue desmantelada por el gobierno de Margaret Thacher con un modelo parecido al que ahora quieren implantar en Castilla la Mancha y que ya funciona en la Comunidad Valenciana. 

Este modelo se inicia con la gestión privada de los grandes hospitales, gestión deficitaria que se amplió, por esta razón, a la atención primaria, posteriormente para mejorar la rentabilidad privada del sistema se introdujeron medidas de copago y finalmente, con el deterioro de la calidad de la prestación (aumento de listas de espera, reducción de servicios, empeoramiento de las estadísticas sanitarias, etc.) se ofrecía la prestación privada pura y dura, consolidando de esa manera el transito del modelo 100 % público al modelo privado con dos sanidades bien diferenciadas, una pública de mala calidad y otra privada reservada para las clases medias/altas. Todo ello en un sistema muy rentable para las grandes compañías del sector. 

Al conferenciante no le salen las cuentas. Si el Gobierno privatiza porque quiere ahorrar una parte del coste (pongamos el 20 %) y el empresario quiere obtener un beneficio (pongamos otro 20 %), ese 40 % menos debe, irremediablemente, producir una caída proporcional de la calidad de la sanidad pública. 

Planteó algunos ejemplos muy ilustrativos de cómo podía un empresario del sector reducir costes para pagar el supuesto ahorro público y para detraer sus propios beneficios. Todos ellos irían en detrimento de la calidad de la prestación. Defendió que a medio y largo plazo la prestación privada en más cara que la pública y de peor calidad y pronosticó que en unos años, el Gobierno se verá obligado a “rescatar” el hospital de Almansa, eso si, después de que se haya deteriorado la situación de la sanidad en nuestra comarca.

Citó un verso del Corán para hacer un llamamiento a la movilización en defensa de la sanidad pública:

 “Dios no castiga a los pueblos, son los pueblos los que se castigan a si mismos” 

El acto terminó con una intervención del representante de la Coordinadora que relató lo mucho que había costado, al pueblo de Almansa y a su comarca conseguir el nuevo hospital. 

Hizo una invitación pública a la participación en la manifestación en defensa de la gestión pública del Hospital de Almansa el próximo domingo día 11 a las 12 de la mañana en San Roque en Almansa.

Comparte esta noticia