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CRÓNICA PLENARIA: Mentiras y amenazas.

7 May 2016

El pasado viernes 29 de Abril el Pleno Municipal se reunió en sesión extraordinaria a las 14:00h, horario laboral. Dice el alcalde (y la ley le asiste) que puede convocar el Pleno cuando quiera. Sin embargo hay cosas que son legales pero que nos morales. Convocar a una hora en la que la mayoría de concejales trabajan es un intento de dificultar la labor de la oposición. Cuando además los puntos 2 y 3 del Orden del día eran la aprobación con carácter retroactivo de las asignaciones por asistencia a plenos y comisiones de los miembros de la Corporación y las liberaciones de los concejales del Equipo de Gobierno, se podría pensar que José Miguel Mollá quería aprobar los sueldos de sus concejales con nocturnidad. Como de costumbre, jugando a pillar.

 El PP consiguió aprobar las asignaciones por asistencia Plenos y Comisiones con el voto favorable de Iniciativa Independiente y Ciudadanos. Casualmente la Intervención del Ayuntamiento ha caído en la cuenta, casi un año después, de que no se habían aprobado esas asignaciones y ahora había que hacerlo con carácter retroactivo porque si no los concejales del M.I. Ayuntamiento de Caudete deberían devolver todo lo cobrado desde que se inició este mandato electoral. Un triple salto mortal con tirabuzón legal que utilizó el PP para amenazar veladamente a la oposición: o nos aprobáis los sueldos o vosotros también perdéis dinero. Así lo recordó el portavoz socialista Quique Pagán.

Tanto PSOE como Ganemos se mostraron dispuestos a devolver lo cobrado si desde el punto de vista legal había alguna duda y votaron en contra.

El punto de los sueldos fue el más polémico de la tarde, principalmente porque José Miguel Mollá, que no ve el momento de poder cumplir con los compromisos adquiridos con sus compañeros de lista no dudó en utilizar su principal “argumento”: la amenaza. Quique Pagán le explicó “usted siempre amenaza y de hecho aquí estamos, en un Pleno que contiene una imposición y una amenaza; la imposición, el sueldo para sus concejales; la amenaza, que si no le aprobamos esos sueldos la oposición también tendría que devolver sus asignaciones”.

La respuesta de Mollá estuvo a la altura de sí mismo “como volváis a decir que amenazo os vais a enterar” ¿quién da más? Este hombre esfuerzos por Caudete no hará, pero hay que ver el empeño que tiene en convertirse en una caricatura de sí mismo. Es libre de hacerlo, pero no tiene ningún derecho a utilizar las instituciones como escenario.

Iniciativa Independiente basó su voto en contra en que su portavoz había llevado concejalías sin cobrar y por tanto “¿por qué no lo van a hacer los demás?” se preguntaba Ismael Tecles. Ciudadanos se mostró a favor de los sueldos y Ganemos explicó que no iba a apoyar una propuesta de sueldos a alguien que no sabe negociar y con quien no están en absoluto de acuerdo.

A estas alturas del Pleno Mollá ya intentaba convertir aquello en un circo porque como no tiene proyecto que defender se tiene que dedicar a faltar a los demás. El portavoz socialista no solo le recriminó esa falta de proyecto sino que mostró su sorpresa porque en lugar de traer a Pleno un nuevo reparto de delegaciones para sus concejales y después hablar de sueldos, Mollá quiso dar primero un sueldo a sus concejales sin que nadie sepa quién de su equipo va a hacer qué. Para el PSOE el problema es que los concejales del PP le han dicho a Mollá que o cobran o no trabajan.

Dos cosas más destacaron en este Pleno, el intento de Felipe Bañón de hacer de poli bueno. No cuela, si no le gustan los insultos dirija sus sermones a su jefe. Y la última: el silencio de Mollá, que suele tener una respuesta para todo (habitualmente con falta de respeto incluida) cuando Enrique Pagán le recordó sus palabras cuando en julio sorteó las concejalías como pataleta por el rechazo del Pleno a los sueldos planteados por el PP. Mollá dijo entonces “es un ejercicio de responsabilidad, es la manera más justa de solucionar este problema”. “Nosotros le pedimos ahora que haga ese ejercicio de responsabilidad” remató Quique Pagán. Para una vez que Mollá convence a la oposición con sus argumentos el tiro le sale por la culata. Seguro que Mollá en ese momento se dijo a sí mismo ¡por qué no te callas!.

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